El Misterio de La Salvación en la “Dives Toledana”

La Catedral celebra cada año los actos litúrgicos que recuerdan la Pasión, la Muerte y la Resurrección de Jesucristo, y a su vez, participa activamente en algunas de las procesiones que organizan las veinte cofradías y hermandades toledanas contribuyendo, como comprobará en este reportaje, a mantener el esplendor de la Semana Santa de Toledo.

Domingo de Ramos
A las once de la mañana los fieles se congregan con sus palmas o ramos de olivo ante la Puerta de la Feria o del Reloj de la catedral para recibir el saludo del Arzobispo, quien, acompañado del cabildo, dirige al pueblo una monición con la invitación a participar en la procesión y bendice sus ramos.  A continuación un diácono proclama el Evangelio de la entrada de Jesús a Jerusalén y da comienzo así la procesión que recorre las calles adyacentes hasta regresar al templo primado por la Puerta Llana. Finalizada la procesión, la catedral acoge la Santa Misa, presidida también por el prelado toledano.

Lunes Santo
El lunes santo la Catedral recibe a la imagen del Santísimo Cristo de la Vega que parte por la tarde en Via Crucis, desde la Basílica de Santa Leocadia, hasta llegar al templo primado. Se trata de una hermandad refundada en 1929 tras su desaparición a finales del siglo XIX. Las primeras referencias documentales datan de 1668. Su imagen representa a Cristo muerto en la Cruz con el brazo derecho desclavado, por lo que se considera que pudo pertenecer a una grupo escultórico sobre el Descendimiento. Una representación inusual que le ha valido ser foco de varias leyendas toledanas, la más conocida, la que relata el poeta y dramaturgo José Zorrilla sobre la historia del caballero y la doncella en “A buen juez, mejor testigo” (1838).  La imagen actual es una réplica de la original, que fue destruida durante la Guerra de la Independencia y cuya cabeza se conserva en el convento de San Antonio.

Durante su recorrido hacia la Catedral, a su llegada a la plaza del Ayuntamiento tiene lugar el encuentro entre el Cristo de la Vega y el Cristo Nazareno Cautivo, que procesiona cada lunes santo desde la Catedral Primada. Días antes, la imagen de esta cofradía, la más joven de la Semana Santa de Toledo, es trasladada desde su sede, en la iglesia de San José Obrero, hasta el interior de la catedral. El Cautivo permanece en una de las naves del templo primado, donde es preparado por los cofrades para su procesión, el lunes santo. A las 21 horas la imagen sale por la Puerta LLana, recorre las calles de Toledo y regresa de nuevo a la Catedral, donde ya permanece el Cristo de la Vega.

Martes Santo. Misa Crismal
A las 12 horas del Martes Santo, la catedral de Toledo congrega a los sacerdotes de toda la diócesis para concelebrar junto al Arzobispo la Misa Crismal. Una celebración en la que los presbíteros renuevan sus promesas sacerdotales y que es símbolo de la unión de los sacerdotes con su obispo.

La celebración comienza con la liturgia de la Palabra. Terminada la homilía, se realiza la renovación de las promesas sacerdotales por parte de todos los presbíteros presentes, que responden ante las preguntas del obispo. La ceremonia continúa con la procesión de las ofrendas, en la que junto al pan, el vino y el agua,  los diáconos y ministros designados portan hasta el altar los óleos que van a ser consagrados y los perfumes para el crisma. La misa continúa hasta el final de la plegaria eucarística. Llegado el momento de la bendición, se realiza en primer lugar la del óleo de los enfermos, que se utilizará en el sacramento de la Unción de Enfermos. También será bendecido el óleo de los catecúmenos, que se usará en el Bautismo. El arzobispo derrama los aromas sobre el óleo para hacer el crisma, que será consagrado para su uso en los demás sacramentos.

Por la tarde, el pueblo toledano se reúne en el Via Crucis de la Ciudad, que recorre las naves de la Catedral Primada, presidido cada año por la imagen de una de las hermandades o cofradías, con las meditaciones predicadas por un canónigo del cabildo metropolitano.

Jueves Santo. Cena del Señor
Con la celebración de la misa vespertina de la Cena del Señor comienza el Triduo Pascual. En la tarde del Jueves Santo la Catedral acoge la celebración en la que se recuerda la cena que Jesús celebró junto a sus Apóstoles antes de su prendimiento y del inicio de su Pasión. Una cena en la que Cristo instituyó el sacramento de la Eucaristía y del Orden Sacerdotal, concediendo a sus discípulos la facultad de celebrarla.

Concluida la homilía pronunciada por el Arzobispo, da comienzo el rito del Lavatorio de los pies, en recuerdo del gesto de Jesús con sus Apóstoles. La celebración continúa con la liturgia eucarística que, siendo el día del Amor Fraterno, puede comenzar con una procesión de fieles portando dones para los pobres.  Tras la oración de la comunión, el Arzobispo inciensa tres veces el Santísimo Sacramento, toma en sus manos el pixis y lo cubre con el humeral. Comienza así la procesión de traslado del Santísimo, encabezada por la cruz, seguida de los seminaristas y sacerdotes concelebrantes y el Arzobispo. Sacerdotes y fieles comparten un tiempo de oración ante la Reserva.  Por la noche, a partir de las 23.00 horas, el templo primado acoge el rezo de la Hora Santa.

Al final de la tarde, los actos de piedad popular se centran en la procesión de Nuestra Señora del Amparo, cuya imagen sale por la Puerta Llana de la Catedral y recorre las calles del centro hasta regresar de nuevo al templo primado. Acompañan en la procesión a Nuestra Señora del Amparo cuatro pasos que representan la Pasión del Señor, “La oración en el Huerto”, “Cristo amarrado a la columna”, “Nuestro Padre Jesús Nazareno” y “Cristo de la Agonía”. Una cofradía que cuenta con más de 500 cofrades.

Viernes Santo. Expiración de Cristo
El Viernes Santo la Iglesia celebra la Muerte de Cristo. La catedral primada acoge por la mañana el canto coral de Laudes y por la tarde la celebración litúrgica.

La piedad popular se manifiesta el Viernes Santo en la iglesia madre de Toledo con la procesión del Cristo de la Vega, que a partir de la medianoche recorre las naves de la catedral primada hasta abandonarla por la Puerta Llana y regresar en solemne procesión hasta su Basílica. Una procesión seguida con fervor por los fieles toledanos y cargada de momentos de emoción, como la interpretación del “Stabat Mater” por parte de la capilla musical del Seminario Mayor desde la lonja de la Primada, al paso de la imagen.

Otras manifestaciones de fe popular envuelven la ciudad en el duelo y el silencio propio de la fecha. El Santísimo Cristo de la Expiración recorre las estrechas calles de Toledo bien entrada la madrugada. Uno de los momentos más emotivos es durante la estación que se reza frente al convento de Santo Domingo El Real, en el que una representación del Capitulo  los Caballeros  del Cristo Redentor sale al pórtico para entonar el Miserere.

Mientras que Jesús Nazareno y su Santísima Madre de la Soledad parten en torno a las seis y media de la mañana desde la iglesia de Santiago el Mayor hasta su encuentro en la calle Puerta Nueva de la ciudad. Ya por la tarde, la procesión del Santo Entierro reúne a numerosas cofradías que realizan diferentes recorridos por los barrios de la ciudad, con salidas desde la iglesia de Santa Leocadia, la iglesia del Salvador o la parroquia mozárabe de las Santas Justa y Rufina.

Noche del Sábado al Domingo. Vigilia Pascual
En torno a las once de la noche acoge la Primada la celebración de la  Vigilia Pascual. Con ella da comienzo el año cristiano, que arranca tras la Resurrección del Señor. La ceremonia se inicia con el lucernario, el pueblo se reúne junto al Arzobispo y los miembros del Cabildo en la Puerta de las Palmas de la Catedral, frente a la cuál se ha prendido el “fuego nuevo”. Tras una monición de entrada el prelado bendice el fuego y recibe el cirio pascual. En él, graba una cruz sobre las que traza las letras griega Alfa y Omega y las cifras del año en curso.  A continuación, el Arzobispo incrusta en el cirio cinco granos de incienso en forma de cruz y lo prende con el fuego.

La celebración continúa con la liturgia de la Palabra y la homilía del Arzobispo. Seguidamente, el prelado bendice el agua de la pila bautismal y confiere el sacramento del Bautismo a los catecúmenos. El resto de la asamblea renueva sus promesas bautismales. A partir de ese momento, la liturgia eucarística continúa con normalidad.

Durante la Vigilia Pascual, en la Catedral tiene lugar la bendición de los corderos pascuales. Según la tradición, el prelado engalana con lazos y cascabeles a los corderos que son regalados por el cabildo primado a los “Seises”, un grupo de niños que interpretan los cánticos, alumnos del colegio Nuestra Señora de los Infantes. Fuera del templo primado, en las calles de la ciudad, salen en la madrugada del viernes al sábado los hermanos del Santísimo Cristo de la Buena Muerte.

Domingo de Pascua. Resurrección del Señor
La misa de pontifical del Domingo de Resurrección es presidida por el Arzobispo de Toledo a las 12 horas en la Catedral. El pueblo toledano se reúne en la iglesia madre para celebrar junto a su pastor el triunfo de Jesús Resucitado y la salvación de los hombres. Al término de la eucaristía el prelado imparte la bendición papal con indulgencia plenaria.

Para finalizar, les proponemos fijar la mirada en una selección de obras de arte del interior del templo que traemos a esta publicación para que queden al alcance de todos los interesados. Búsquelas. Descúbralas. Admírelas. Recuérdelas…y podrá celebrar el milagro de la Salvación cualquier día del año y en cualquier lugar.